EN RESUMEN:
El kéfir de leche es un alimento con propiedades probióticas pero tiene alguno de los riesgos de los lácteos. El kéfir de agua es una bebida probiótica y no tiene riesgos conocidos asociados.
Si comparamos el kéfir de agua con un lácteo probiótico, está libre de lácteos, y si lo comparamos con un refresco, por un lado es probiótico y por otro está libre de azúcares y/o edulcorantes que estos pueden emplear.
Está claro que el kéfir de agua gana, es más “neutro” para nuestro sistema digestivo y su poder probiótico es mayor que el del kéfir de leche. Esto no significa que el kéfir de leche sea un mal alimento. Si no tienes problemas de autoinmunidad o de intolerancia a los lácteos y tienes claro que el kéfir de leche no es una bebida, sino un alimento líquido, es un producto ideal como comida rápida, ya que, además, es probiotico.
EN DETALLES:
El kéfir de leche en detalle
El kéfir de leche se obtiene mediante la fermentación de leche por cultivos de kefir.
Es una fermentación rápida, de entre 24 y 48 horas, y el producto resultante se conserva en frío durante un período de aproximadamente un mes.
El contenido en lactosa de la leche es de unos 4,7 g/100g (sobre el 5%). Este es el azúcar que el cultivo de kéfir consume para crecer. El contenido de lactosa en el kéfir de leche es residual, pero aún así, es posible que contenga.
De hecho, existen kéfires sin lactosa (se les aplica un tratamiento enzimático para destruirla totalmente).
El contenido nutricional de 100 gramos de kéfir de leche de vaca es:
- Sobre 70 kcal
- Sobre 3,7 g de grasas (2,5 saturadas)
- Sobre 4,3 g de hidratos de carbono (3,7 son azúcares simples)
- Sobre 3,4 g de proteínas
- Contenido en microorganismos aproximado 108 UFC/g
Aunque su contenido en calorías no es muy elevado (100 g tienen aproximadamente las de un plátano), el tamaño de ración oscila entre los 250 y los 500g. Así que si consumes una botella/tarro de kéfir de golpe, en realidad no estamos bebiendo, estamos alimentándonos. Y no sólo consumimos calorías, sino grasas, azúcares y proteínas.
El tiempo que tardamos en digerir y absorber sus macronutrientes, además de la energía metabólica que tenemos que destinar a ello, van en contra de su poder probiótico.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el kéfir de leche puede estar elaborado de leche de vaca, de cabra, de oveja y ser mezcla. (También existen las variedades desnatadas).
Las proteínas de la leche, especialmente las de vaca, son factores de riesgo cuando existen condiciones de autoinmunidad (psoriasis, acné, artitis, …) por lo que el kéfir de leche, aunque con mucha menos fuerza que la propia leche gracias a la acción digestiva microbiana, puede estimular esta autoinmunidad.
Si estamos en esta situación siempre tomaremos preferentemente kéfir de leche de cabra o kéfir de leche de oveja antes que kéfir de leche de vaca.
Por último, como hemos comentado anteriormente, hay personas que pueden tener dificultad en la digestión de los lácteos, tanto por la lactosa residual como por la propia grasa y/o proteína. Si este alimento te causa malestar durante la digestión, las propiedades probióticas pueden no ser suficientes para compensarlo o, que apenas se noten.
El kéfir de agua en detalle
Se obtiene mediante la fermentación, por parte de cultivos de kéfir, de agua a la que se ha añadido azúcar.
Es una fermentación que puede ser rápida en caso de condiciones favorables (temperatura, cantidad de cultivo inicial, …), de entre 24 y 48 horas, pero que normalmente suele durar entre 3 y 5 días. Esto permite que el cultivo de kéfir acabe casi completamente con el azúcar, siendo el refresco resultante muy bajo en calorías y azúcares.
El kéfir de agua, bien embotellado, tiene una duración mucho más larga que el kéfir de leche, ya que no contiene grasas o proteínas que puedan enranciarse/degradarse. Está completamente libre de lactosa o de otro lácteo. Comparte con el kéfir de leche sólo el nombre, ya que no se emplea ningún lácteo en su elaboración.
El contenido nutricional de 100 gramos de kéfir de agua es:
- Sobre 8 kcal
- 0 g de grasa
- Sobre 2 g de hidratos de carbono (2 son azúcares simples)
- 0 gramos de proteínas
- Contenido en microorganismos aproximado 108 UFC/ml
Así que mientras el kéfir de leche era un alimento que se presentaba en forma líquida, el kéfir de agua es una bebida, dónde hay disueltos los compuestos que se han liberado durante la fermentación por parte de los microorganismos que han consumido el azúcar original.
Esto implica que la absorción y digestión del kéfir de agua va a ser muy rápida, favoreciendo así su poder probiótico. Al no contener lácteos, no hay que preocuparse por la autoinmunidad, no va a ocurrir. Y al ser agua “aromatizada”, raramente se dan casos de intolerancia digestiva al kéfir (te puede no gustar, de eso no se libra, pero lo digerirías bien)