1) Observación del fenómeno La observación del fenómeno que
será objetivo de nuestro estudio comienza a través de nuestros sentidos: vista,
oído, olfato, gusto y tacto. Con este primer acercamiento "primario",
ya obtendremos las características del fenómeno y una descripción detallada.
2) Formulación de las hipótesis La hipótesis, como
explicamos, es la posible solución que el investigador propone a manera de
suposición. Existen hipótesis centrales o fundamentales y otras auxiliares que
se desprenden de la primera. Actualmente, se sostiene que no existen métodos o
procedimientos mecánicos que permitan descubrir buenas hipótesis.
3) Experimentación La tarea que sigue a la formulación de
una hipótesis consiste en contrastarla, es decir, ponerla a prueba mediante su
confrontación con la experiencia, lo cual es un requisito ineludible en toda
ciencia fáctica (o empírica). Esto involucra el diseño de la prueba, su
ejecución, la elaboración de los datos y la inferencia de conclusiones. En esta
etapa incluiremos también el análisis de los resultados, que no es más que la
comparación de los datos obtenidos con la realidad del fenómeno.
4) Conclusiones El objetivo aquí es establecer si la
hipótesis planteada es verdadera o falsa. Es el final de todo el procedimiento.
La hipótesis planteada permite explicar el fenómeno mediante las
experimentaciones. Veremos en el siguiente punto qué ocurre cuando se acepta la
validez de una hipótesis llegamos a la conclusión, y nuestros experimentos
ratifican que nuestra hipótesis es correcta: ¡bravo! pero, ¿cuál es el
siguiente paso?
Una vez que una hipótesis propuesta ha sido repetidamente
verificada por diversos grupos de científicos, pasa a ser una teoría
científica. Una teoría se define como un conjunto de conceptos, definiciones y
proposiciones que ofrece una visión sistemática de los fenómenos (hechos
físicos o naturales), con el propósito de explicarlos y predecirlos. Partiendo
de esta nueva teoría, pueden surgir aplicaciones prácticas. Si una teoría se
verifica como verdadera en todo tiempo y lugar, entonces es considerada como
ley. Una teoría está sujeta a cambios, ya que es verdadera solo para un lugar y
un tiempo dados, mientras que una ley es permanente e inmutable y es
comprobable en cualquier tiempo y espacio. Por ejemplo, la evolución es una
teoría que se perfecciona de acuerdo con nuevos descubrimientos, mientras que
lo relacionado con la gravitación es una ley, pues ocurre en todo tiempo y
lugar del universo