Estado, Nación, Ciudadano y Ciudadanía por Odonell y Weber


* Definición de estado que propone Guillermo Odonell y su comparación con la Weber.

* Elementos del Estado.
* Definición de Nación.
* El Rol del Ciudadano y las dimensiones de la ciudadanía.


Cuando el Estado es definido de tal modo que no postule la enorme variedad de cosas que hace o puede hacer, nos enfrentamos a la definición de Weber; es decir que este autor considera al estado como un conjunto de instituciones y relaciones sociales, y que algunas de esas subinstituciones estatales (Entendiéndolas como “partes” del sistema) o también llamadas agencias, cuentan con una concentración absoluta de poder y son las encargadas de la coerción física sobre sus habitantes, y de este modo también se establece un límite geográfico, es decir, una delimitación territorial de dominio.
O’Donnell disiente de esta definición ya que enmarca al estado en la concentración de poder absoluta, es decir, de un modo dominante; hay que considerar que la violencia debe ser legítima, garantizar la seguridad de los ciudadanos y no utilizarla para el dominio de los mismos como en la relación amo-esclavo.
El estado se puede distinguir en tres dimensiones con las que se manifiesta, un conjunto de burocracias las cuales son organizaciones complejas cuyo objetivo es defender el bien, y que actúan con facultades y responsabilidades legales; por otra parte y en simbiosis con la anterior, un sistema legal; es decir, leyes que regulen y establezcan las relaciones sociales, enmarcando el orden. En tercer lugar pretende ser la identidad colectiva, se argumenta que el estado es para el pueblo, dando así una idea de nacionalismo de modo tal que prevalezca por sobre cualquier conflicto social. Pero de algún modo estos ideales pueden no cumplirse en su estado más puro, por ejemplo las burocracias pueden fallar en el cumplimiento de sus responsabilidades, las leyes ser erróneas, y no contemplar algunas relaciones sociales o regiones, y el foco de identidad colectiva puede no serlo, ya que podrían aparecer sectores de la población que no logren identificarse con éste. Tales dimensiones también son llamadas la eficacia, la eficiencia y la credibilidad del estado.
Otro elemento interesante que es parte del estado es el gobierno que es propiamente el grupo dirigente al cual se accede o no según el condicionamiento del régimen; éste es el elemento que establece las “reglas de juego” implícitas o explícitas que determinan el ingreso a los principales puestos, según las características de los actores, y que considera los recursos y estrategias permitidos para dicho acceso; es decir abarca las instituciones que son las encargadas de tomar las decisiones.
Cuando el régimen es democrático, existe una competencia por la cual se logra el ingreso por un período determinado de tiempo a los puestos más altos mediante una elección realizada en un marco legal e institucionalizado donde existen ciertas libertades denominadas “políticas” cuyas características son las de asociación, expresión, movimiento, y libre acceso a la información, que no puede estar monopolizada ni por el estado ni por agentes privados.
Por lo tanto en el gobierno mediante el régimen en un territorio determinado, delimitado y legislado permite a los funcionarios autorizar a otros funcionarios a la toma de decisiones, es el mediador entre el estado y la sociedad.
En contraposición a esto, en la realidad las partes componentes del sistema democrático están muy alejadas de cumplir el rol de mediación, ya que existen un abuso de poder por parte de los mismos funcionarios y mediante estos, por otras partes que son instituciones privadas tanto de la nación como del exterior, que logran distorsionar el objetivo del sistema, tomando decisiones erróneas, manipulativas y propias del ego humano; o dejando pasar por alto la toma de las mismas por dichas causas, y todo esto repercute causando daños a todo el sistema en general aunque afectando directamente a ciertas partes, y con esto me refiero a la nación, quien con sus miembros asociados en democracia son sometidos a las órdenes de las autoridades que justifican que las decisiones son para el bien de las mismas en su conjunto, y con esto se establece una separación, es decir, la nación se fragmenta en una diferenciación social entre los que se ocupan de lo que se insinúa para bien común de la asociación y de los que no. En dicha asociación, los miembros no pueden encontrarse cara a cara, por la dimensión de su complejidad, por tal motivo se postula el reconocimiento de un “nosotros”, es decir, la política crea dentro del estado a la nación como una ideación forzada, que es considerada homogénea, una comunidad imaginaria creada en donde los funcionarios hablan en nombre de esta, regularizan su propio poder, sin el consentimiento de lo que la nación pretende en todas sus partes, con lo que todos sus ciudadanos deberían tener una voz de participación, ser reconocidos propiamente como ciudadanos y no como súbditos, se debe encontrar un punto de equilibrio, el cual va a variar a medida que transcurra el tiempo, es decir que no es estático.
Retomando a la nación como un "Nosotros", inmerso en límites territoriales, podemos adicionarle que O’Donnell la define en una posición constructivista con la literatura incluyendo la historia, memorias, mitos y ocasionalmente esfuerzos y movilizaciones políticas; y en una diferenciación a otras definiciones etnocéntricas que desencadenan discriminación y violencia.
Hay naciones sin estado y están aquellas que se sumergen en estados donde predomina otra.
El estado se caracteriza por regular cualquier asociación dentro de la nación, tiene un papel dual ya que por un lado controla y por el otro da garantías y derechos. Beneficia a la ciudadanía el supremo bien público del orden y la previsibilidad, libertades y bienes que se les proveen; son ejemplos los derechos propios de los trabajadores y la formación educativa, que se pretenden para los ciudadanos y sus descendientes lo cual se debe sostener en el tiempo. Como parte del control estatal, se pretende un estado para la nación, con lo cual se puede afectar negativamente a esta, asimilándola o dándole directa eliminación. Por las decisiones de los funcionarios al ciudadano se lo obliga a estar dispuesto a morir en guerra para defender al estado, y también a enmarcarse dentro de su sistema legal.
El ciudadano está encadenado al sistema de gobierno por el mero hecho de haber nacido en ese lugar y su cadena tiene cierta longitud, dicha longitud contempla ciertas libertades como el voto, sus derechos y acceso a actividades políticas, existe cierto rango en el que se puede mover, pero éste no es libre de decidir continuar con su vida actual en ese territorio y al mismo tiempo desvincularse del sistema sometedor.

Fuente: 
Acerca del Estado en América Latina Contemporánea: diez tesis para la discusión”. Alfaguera. Bs. As. 2004-.