Observación de un taller de matemáticas con TIC - Práctica docente I
“Es imposible que enseñemos contenidos sin
saber cómo piensan los alumnos en su contexto real”
Carta
a quien pretende enseñar // Paulo Freire // Siglo XXI Editores Argentina S.A.,
2006 // Pág. 116
En base a reflexiones
personales sustentadas en los aportes de Freire, pensamos en realizar nuestras
observaciones en una escuela periférica, debido a la heterogeneidad que se
presenta en este tipo de grupos, consideramos un aporte importante para nuestra
formación docente, ya que este tipo de situaciones es la que normalmente se
presentan en la realidad.
Nuestra observación la
hicimos a un curso del ciclo básico de la escuela secundaria PATATA, el lugar
donde presenciamos la clase Taller fue el aula de computación del
establecimiento PEPINO, debido a que los estudiantes no cuentan aun con las
instalaciones necesarias en cuanto a recursos informáticos para desarrollar las
actividades. A todo esto, consideramos pertinente este traslado de los mismos,
ya que ellos pueden aprender de un entorno totalmente distinto, y pueden ver
otra realidad y aspirar a la misma.
Sin entrar en detalles
finos, el comportamiento del grupo fue estable, con algunos pequeños altibajos normales
para su etapa. Según comentarios del docente, esto no era así, ya que al
principio del año el grupo tenía un comportamiento más agresivo entre pares e
incluso, a veces, con los docentes. En vista a ello y gracias a una metodología
implementada por el docente se logró el cambio. Este método implementado consiste
en desarrollar la clase en tres etapas primordiales; la primera de ellas radica
en un sentido interactivo, en la cual los chicos se desenvuelven con los
contenidos explicados en clase (Matemática), a través de juegos, en este caso
fue el dominó, relacionado a las fracciones; una segunda fase en la que se
involucra el desarrollo de TIC, con los contenidos matemáticos; y la última y
no menos importante, un espacio de libertad, en donde ellos deciden utilizar
diferentes sitios webs con los cuales se entretienen en esos 10 minutos
restantes.
En virtud de lo
desarrollado en la cátedra Práctica Docente retomaremos las concepciones de
Paulo Freire con respecto a los contextos teórico y práctico del desarrollo de
las clases. Nuestro objetivo con ello, es utilizar estas categorías como
contraste o soporte teórico a lo experimentado en el campo de la práctica.
La escuela PATATA está contextualizada
para “el barrio”, haciendo referencia con esto a la periferia de la ciudad. No
obstante, por concepción social, esta denominación acarrea como consecuencia
hablar de lugares precarios, no solamente el contexto social, sino también a la
institución misma. Interpolando esto a la concepción Freireana de una educación
inclusiva:
“No podemos dejar de considerar las condiciones
materiales desfavorables que experimentan muchos alumnos de las escuelas de la
periferia de la ciudad”
Carta
a quien pretende enseñar // Paulo Freire // Siglo XXI Editores Argentina S.A.,
2006 // Pág. 116
Acorde al funcionamiento
de la institución, se puede ver claramente que el docente a cargo del taller realiza
una reflexión sobre sus clases y planificaciones, ya que el mismo tenía
material preparado para futuros encuentros; además, la coordinadora cuya
función no es la de la participación activa en clases, tenía toda la
predisposición para el desarrollo de la actividad. Aunque, en contraparte a
esta situación, observamos que uno de los integrantes del cuerpo docente, se
mostraba algo distante. La ayudante, quien argumentaba su falta de participación
en la clase con el supuesto hecho de “no saber matemáticas”, lo cual fue
explícitamente repetido varias veces en la clase frente a los alumnos, y, en
consecuencia, el grupo que le correspondía, quedaba frecuentemente desatendido.
No obstante, consideramos para nada apropiado esa actitud negativa, ya que,
dada la posición como autoridad o referente de la clase, este comportamiento
inhibe al alumno de realizar sus preguntas, y como consecuencia directa se crea
una ruptura en la tríada de componente (docente – conocimiento – alumno), lo
que provoca la pérdida del objetivo de la clase (que los chicos aprendan).
Decidimos realizar una
reflexión a modo de diálogo escrito, ya que nos pareció una manera de dar a
conocer nuestra deliberación grupal, sin perder los matices y las intenciones
individuales que quizás se vean atenuadas en una redacción unánime.
(A continuación los nombres de los autores del trabajo práctico han sido cambiados)
(A continuación los nombres de los autores del trabajo práctico han sido cambiados)
Larry: Curly ¿qué sentiste en la clase?
Curly: Tuve la necesidad abismal de meterme en la clase, y mi
ansiedad me llevó a involucrarme, así que como viste estuve ayudando a un niño
y a una niña. ¿Y ustedes?
Moe: Yo sentí más que nada impotencia por el hecho de ver a
los chicos incapaces de realizar cosas que para hoy en día son básicas, y me
fue imposible no meterme a ayudar.
Larry: a mi me dieron muchas ganas de estar ayudando y
enseñándoles computación a esos chicos, pero me pareció imprudente ya que
nuestra función en ese momento era solamente la de observar. Yo pienso que
hubiese sido mejor que cada persona que conformaba el personal docente hubiese
asumido su responsabilidad, ¿Y ustedes que cambios le harían a la clase?
Curly: Primero y principal, asumo mi responsabilidad con respecto
a mi participación, y a la clase le cambiaría el número de integrantes de cada
subgrupo, para facilitar el entendimiento matemático en base al juego.
Moe: Yo concuerdo con Curly en que no era nuestro deber y
fue algo imprudente quizás el interferir en la clase… ¿Algo que cambiaría? Las
intenciones del docente y la manera de transmitir me parecieron correctas, sin
embargo, me pareció que el contenido matemático se desvirtuó en el proceso.
Pero el resto, exceptuando por algunos inconvenientes con la ayudante ¡Genial! Ah, y me gustaría destacar, que, en un momento,
la parte del manejo de las TIC fue muy rápido y muchos no pudieron seguir con
la consigna. Aún así, repito, muy buena la propuesta. ¿Qué les pareció el
trabajo del docente, desde un punto de vista teórico?
Curly: a mi me pareció muy correcto ya que tenía su
planificación muy bien realizada, ya que se tomó el trabajo de buscar juegos
para que los chicos entendieran, ya que tuve la oportunidad de que me contara
que se quedó hasta tarde para buscar diferentes alternativas y eso yo lo tomo
como un logro. Se tomó el trabajo de imprimirlas y traspasarlo en una
cartulina, para futuros juegos.
Larry: Yo vi un docente involucrado con sus alumnos, en ningún
momento se distrajo con su celular u otro elemento, también me mostró sus
futuras planificaciones, lo que demuestra su esfuerzo y su reflexión sobre sus
prácticas, y un detalle muy importante, mantuvo su calma al 100% cuando sus
alumnos le dijeron “Eh! Vos pelado vení” “Cabeza rapada, Cabeza rapada” …
La elección del material
bibliográfico, estuvo apoyada en un sentido de identificación por nuestra parte
hacia lo que el autor propuso en sus textos. Nos hizo mucho ruido el hecho de
que Freire hablase de las instituciones en condiciones precarias, ya que la
elocuencia a la hora de hablar del tema, nos pareció muy acorde a la situación
práctica que vivimos. La situación utópica y el desarrollo teórico en el cual el
escritor se explayó en: “Carta a quien pretende enseñar”, nos pareció el
correcto para la situación, ya que sus ideas coincidían con el marco de
desarrollo de la clase. En donde el docente y la institución prestaban especial
atención a la realidad que circunscribía a estos chicos. Con lo que
reflexionaban y tomaban nuevas decisiones, viéndose reflejado allí la relación
entre el contexto teórico y el contexto práctico.
Y entonces… ¿Qué es la
práctica docente...?
Aún llegado a este punto,
seguimos vislumbrando un límite para definirla de una manera precisa. De todas
maneras, reafirmamos la posición de que la práctica docente puede ser
considerada como una actividad procesual situada, que trasciende el ámbito
áulico y toma forma al englobar todas las actividades que den como finalidad el
propósito del docente dentro de la tríada didáctica y sus relaciones con la
institución u organizaciones allegadas al ámbito educacional. Que también están
atravesados por dimensiones sociales, políticas, económicas, etc.… En fin, ser
docente no solo se remonta a estar sentado detrás de un escritorio dictando una
clase, no somos repetidores compulsivos. Nuestro deber no termina cuando “suena
la campana”, ni comienza cuando el reloj marca el horario de entrada. Sino que es
un cargo a tiempo completo que comienza desde que damos inicio a la carrera con
nuestras primeras prácticas y quizás finalice cuando dejemos de ejercer la
docencia.
Bibliografía
Carta a quien
pretende enseñar // Paulo Freire // Siglo XXI Editores Argentina S.A., 2006