Capítulo 4.
4.3. El problema de la multi&gnihcación de los
hechos
Existe para el análisis de lo instítucional en toda
su complejidad una herramienta
centraÌ los analizadores.
Un analizador es un dispositivo artificial (un
microscopio, un telescopio, un ecualizador) o natural (el ojo. eL cerebro) que
‘produce una descomposición de la rea
lidad en elementos, sin intervención de un
pensamiento consciente” (Lapassade,
1974).
El concepto -que proviene de Ias ciencias exactas y
naturales— es utilizado en el
campo institucional para designar a aquellos
acontecimientos o hechos no programa
dos o aquellas técnicas diseñadas expresamente, que
provocan Ia expresión de un
material y permiten captar significaciones antes
ocultas y aun inconscientes para los
propios actores.
Los tests, Ias entrevistas, Ias encuestas en
general cumplen Ia función de anali
zadores. No por ei hecho de aportar información
buscada, o no sólo por eso, sino por
que desencadenan Ia aparición de un material no
controlado que expresa el estilo y la
idiosincrasia del que lo produce. Una huelga, por
ejemplo, puede convertirse en un
analizador natural de Ias relaciones de rivalidad
en un grupo de compañeros caracte
rizado por Ia cordialidad de sus relaciones; un
examen puede ser analizador de los
sistemas de selección informal que funcionan
encubiertamente en una institución; un
accidente puede desencadenar movimientos de
solidandad y ayuda mutua en una
comunidad cotidianamente hostil.
El rendimiento pobre de los alumnos, el rumor, ias
peleas, los accidentes, pueden
ser otros tantos analizadores de la dinámica y el
tipo de funcionamiento institu
cionales.
En un sentido estricto, el conocimiento de ias
institucwnes avanza a través de Ia
descodificación” dei sentido que tiene el material
develado por diferentes analiza
dores.
Una gran parte de nuestro conocimiento se asentará
en inferencias e interpreta
ciones y, por consiguiente, no podrá abandonar el
terreno de Ias hipótesis. Nos exigirá
una actitud rigurosa de analisis reflexivo:
percepción, formulación de hipótesi.s, bús
queda de datos, interpretación, control, ajuste de
tas hipótesis y así sucesivamente.
Algunos recuerdos metodológicos nos permitirán
tener mayor seguridad en nues
tras conjeturas:
1. Cada hecho, cada dato, cada situación de una realidad institucional deben ser
aializados en la trama de significaciones de esa realidad singular, pero a la Luz
de sus significaciones de tipo universal y en ias que provienen de su contexto
socio-histórico
2. Cada hecho o fenómeno deberá ser analizado en todos sus árnbit.os de expresión:
individual, uiterpersonal, grupat. organizativo, social. Esto permitirá contar con
una gama —cuanto más amplia mejor— de los posibles significados o matices dei
hecho en cuestión.
3. Cada hecho, cada fenómeno deben ser vistos desde los ojos de cada uno de los acto
res institucionales. Sólo ia síntesis de ‘ia mirada’ de todos podría permitirnos cap
tar los puntos vinculados a a experiencia institucional; aquello que es único pero
colectivo y que expresa la idiosincrasia, ei estilo institucional.
4. Debemos diferenciar con Ia mayor nitidez posible condiciones y resultados, sabien
do que los mismos hechos pueden funcionar en los dos papeles en diferentes mo
mentos y situaciones.
Los esquemas unid ireccionales o monocausales no nos sirven en el intento de com
prender Ias instituciones. Es necesario contar con modelos que acepten la contra
dicción y los diferentes significados que un mismo hecho puede adquirir mirado
desde distintos puntos de vista. Que cumplan ia función de ordenadores de la in
formación y no Ia de filtro.
En ei transcurso de un análisis con el que procuramos comprender Ia significación
de un hecho surgirán muchos datos que contradicen nuestras hipótesis; algunos
quedarán sin sentido para nosotros; otros parecerán no vincularse de ningún modo
a Ia instituci6n que tratamos de comprender. Nuestro esquema de análisis debe
permitirnos conservar toda esta información y luego preguntarnos acerca dei sen
tido de su apariencia extraña o contradictoria o ajena.
5. Trataremos de utilizar el grupo de trabajo como contexto y medio de elaboración
dei conocimiento,
La confrontación de hipótesis e interpretaciones en un grupo de trabajo es indis
pensable, según la experiencia de todos los que trabajan estos enfoques, en este
tipo de análisis.
La realidad institucional es altamente compleja y Ia indagación no es afectiva ni
cognitivarnente sencilla.
Los “otros, el equipo de análisis, sirven al mismo tiempo como continente y
reaseguro afectivo y como lugar donde es posible reproducir (a través de Ias dife
rentes miradas e interpretaciones) la complejidad del objeto institucional. Sin el
auxilio de otros juicios y opiniones es muy alto el riesgo de “inmersión’ y bloqueo
consecuente en !a capacidad de interpretación.
6. Cuidaremos estrictamente de controlar nuestras hipótesis con los miembros de la
instibución que estamos analizando. Ellos son los que en última instancia y a tra
vés de su elaboración, información adicional y cuestionamiento nos permitirán
avanzar en la tarea.
En realidad, como ya lo especificamos al principio de este capítulo, el análisis insti
tuc)onal es un proceso enel que a través dei trabajo de interpretación, los miembroš dc
una institución —entre sí o con una ayuda externa— avanzan en Ia comprensión de su
estilo institucional y Ia manera en que él explica su tipo de producción.
El 0experto, Ias teorías, los modelos de análisis, Ias técnicas de indagación e in
terpretación son todas herramienta para que los actores institucionales puedan
alcanzar una mejor comprensión de su realidad e ¡ncrement.en su posibilidad de “ha
cerse cargo de su responsabilidad individual y colectiva sobre el logro de los fines institucionales o sobre el planteo de su modificación.